martes, 19 de mayo de 2009

Apuntes para la introducción a la metodología gnoseológica de la historia



FRAGMENTO:
CARÁCTER GENERAL DE LA HISTORIA
Uno de los problemas fundamentales del pensamiento consiste en la disparidad de conceptos referentes a los temas sociales y en su generalidad a los científicos.
Se forman complejos sistemas lógicos de ideas que permiten dar definiciones de las ciencias cercanas a la realidad.
El hombre crea sistemas que salvan la interpretación de la realidad, los sistemas nacen cuando surgen anormalidades; “inventa” el número uno para representar la unidad, y hace de esta representación abstracta, una realidad o fundamento de una realidad, las ciencias tienen los pies de barro, pero permiten subsistir.

El pensamiento humano quiere abarcar todo, lo está logrando en cierta forma, sólo a base de supuestos. En este sentido, la historia juega el rol de memoria, pero no se interpreta como archivo.

La curiosidad, como propiedad inherente, hace que el hombre descubra el universo, se descubra a sí mismo y se plantee una serie de interrogantes que subsisten a través del tiempo.La diversificación de las ciencias es proporcional al caos.
El pensamiento humano pretende abarcar todos los contenidos logrados hasta la actualidad y clasificarlos en unas cuantas ramas, efectuando una división aceptable de los límites conceptuales de los grandes campos de las ciencias y sus disciplinas, consistiendo generalmente este resumen en:
– Ciencias exactas, que sólo admiten principios, hechos y consecuencias rigurosamente demostrables, encabezan este grupo las Matemáticas.
– Ciencias naturales, que se ocupan de adquirir conocimientos sobre las propiedades de los cuerpos, y las leyes a las que están sujetos, su relación con las ciencias exactas se descubre a medida que se profundiza en el conocimiento.
– Ciencias sociales, como atributo de las relaciones humanas y los factores que intervienen. Las ciencias sociales presentan problemas, por encerrar en sí las múltiples tendencias del pensamiento humano, todas buscando la solución del hombre.
Aristóteles las clasifica de acuerdo a la naturaleza del pensamiento, y forma tres grandes grupos:
– Ciencias teóricas.
– Ciencias prácticas.
– Ciencias creadoras.
A posteriori de esta formulación se han presentado clasificaciones que se manifiestan con las inquietudes de Bacon.
El conflicto de la clasificación fue largo y penoso, pero a medida que las ciencias desarrollan sus contenidos y se conocen mayores resultados del universo, éstas van entroncándose más hasta formar nuevamente una unidad.Si bien algunos intentos de clasificación resultarían en nuestra época algo extravagantes, no lo fueron en su tiempo.
Jaime Balmes clasifica a las ciencias en
– Ciencias naturales.
– Ciencias morales.
– Ciencias históricas o sociales.
– Ciencias religiosas.
El problema principal no está en la clasificación.
La Historia, de una u otra manera, siempre se ha circunscrito a las ciencias sociales por su propia naturaleza, y ése es su lugar.
Si bien es cierto que en ninguna clasificación la Historia tiene un protagonismo verdadero o valedero, sin embargo está ahí.
Los estudios sobre el acontecer histórico sólo pueden desarrollarse si hay suficientes y auténticas bases, considerados desde el punto de vista teórico y metodológico. No se aprehende una ciencia sin conocer sus principios, sus orígenes, sus causas.
“En la historia de la humanidad el hombre es responsable, bien que por extensión también sus obras materiales en cierta forma son una prolongación de la personalidad o, mejor dicho, que el vivir deja rastros cuyo complejo total llamamos cultura” (RANDLE, P.H., Geografía histórica y planeamiento, p. 14)
Los principios determinan la conducta de la investigación desde el punto de vista científico. Esta dualidad, teoría y metodología, permite acercarnos a un grado de certeza sobre los acontecimientos.
No se puede aprehender correctamente si los principios no son profundamente comprendidos.Estos principios son considerados como pre-supuestos de la realidad, teorías que motivan la investigación.
El objetivo de todo estudio histórico es desarrollar el conocimiento sobre el pasado humano: preceptiva. Buscando una identificación que permita una proyección hacia el futuro: prospectiva.
El conocimiento de la historia considerada como un saber cultural o una ocupación profesional, se constituye como una necesidad propia del espíritu humano, construyendo permanentemente sobre ideas correctas un presente.
La historia es una actividad intrínseca del ser humano. Un complejo conciencial que se fundamenta en la ilación de experiencias propias que permiten comprender en la praxis, el sentido de su perdurabilidad y ultérrimamente fundamenta la existencia.

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